Hoje dois paises virados de costas mas há 500 anos fomos os donos do mundo.Muitas coisas nos unem e algumas nos desunem.Se calhar unidos voltaríamos ser uma grande potência.



domingo, 15 de abril de 2012

Los alumnos de castellano se cuadriplican en Portugal-Alunos de espanhol quadriplicam em Portugal

El Diário de Notícias, uno de los periódicos más prestigiosos de Portugal publicó esta noticia en Julio del 2009.

O Diário de Notícias, um dos jornais mais prestigiosos de Portugal publicou esta notícia em julho de 2009



Luís de Camões   y Miguel de Cervantes


Los alumnos de castellano se cuadriplican en Portugal

por LUÍS MANETA2 7 Julio 2009


En el año lectivo que terminó casi cincuenta mil estudiantes aprendieron la lengua del país vecino. No sólo porque era más fácil que el francés, sino sobretodo por las oportunidades de acceso a la enseñanza superior y al mercado de trabajo. Lo contrario también sucede. Hay más españoles que aprenden portugués en Primaria. Nueve escuelas de Cáceres van a enseñar la lengua.

El número de alumnos de castellano prácticamente se cuadriplicó en los últimos tres años  lectivos, habiendo pasado de 13.993 a 49.873, según adelantó una fuente del Ministerio de Educación. En 2005 no había más de 5267 alumnos con esta opción. Este crecimiento ha sido más acentuado en la Enseñanza Básica que en la Secundaria. En resumen, el aprendizaje del castellano como segunda lengua extranjera  fue la opción para 36.662 alumnos del curso lectivo 2008/09.Una opción idéntica fue escogida en Secundaria por 13.211 estudiantes.

“Hay una deseo muy grande de las familias de unir la opción del castellano al inglés como lenguas extranjeras  y este crecimiento exponencial va más allá de las zonas fronterizas extendiéndose al todo el país “ dice José Verdasca , director regional de Educación del Alentejo donde el español se está convirtiendo en la segunda lengua extranjera más demandada en las escuelas públicas. Por delante del francés.

Solamente en el nivel de 7º, el número de estudiantes que en la región optó por el castellano pasó de  1.675 en 2007/08 a 2.467 en 2008/09.Según José Verdasca, este crecimiento está justificado por el hecho de que se trata de una asignatura “más fácil”, o sea, más “propicia” a la obtención de mejores resultados y por el convencimiento de que puede ayudar a abrir puertas en la Enseñanza Superior y en el mercado de trabajo”.

El director regional recuerda que las universidades españolas en el área de las Ciencias de la Salud atraen a un número importante de estudiantes portugueses que antes de remar hacia el país vecino, procuran aprender el idioma.





Alunos de espanhol quadruplicam em Portugal

por LUÍS MANETA27 Julho 2009


No ano lectivo que terminou quase 50 mil estudantes aprenderam a língua do país vizinho. Não só porque é mais "fácil" do que o francês, mas sobretudo pelas oportunidades de acesso ao ensino superior e ao mercado de trabalho. O contrário também acontece. Há mais espanhóis a aprender português na primária. Nove escolas de Cáceres e Badajoz vão ensinar a língua.


O número de alunos de espanhol praticamente quadruplicou nos últimos três anos lectivos, tendo passado de 13.993 para 49.873, avançou ao DN uma fonte oficial do Ministério da Educação. Em 2005, não havia mais de 5.267 alunos com esta opção.


Este crescimento tem vindo a ser mais acentuado no ensino básico do que no secundário. No básico, a aprendizagem do espanhol enquanto segunda língua estrangeira foi opção para 36.662 alunos no ano lectivo 2008/09. Idêntica opção foi feita no secundário por 13.211 estudantes.


"Há uma vontade muito grande das famílias em juntar a opção do espanhol ao inglês como língua estrangeira e este crescimento exponencial ultrapassa as zonas de fronteira, estendendo-se a todo o País", diz José Verdasca, director regional de Educação do Alentejo, onde o espanhol está a tornar-se a segunda língua estrangeira mais procurada em muitas escolas públicas. À frente do francês. 


Só ao nível do 7º ano, o número de estudantes que, na região, optou pelo espanhol passou de 1.675 em 2007/08 para 2.467 em 2008/09. Segundo José Verdasca, este crescimento é justificado pelo facto de muitos alunos considerarem que se trata de uma disciplina "mais fácil", ou seja, "propícia" à obtenção de melhores resultados, e pela "convicção de que pode ajudar a abrir portas no ensino superior e no mercado de trabalho".


O director regional recorda que as universidades espanholas na área das Ciências da Saúde atraem um significativo número de estudantes portugueses que, antes de rumarem ao país vizinho, procuram aprender o idioma.







martes, 10 de abril de 2012

MI IBERISMO - José Saramago, premio Nobel de Literatura en 1998

Mi iberismoJosé Saramago

No es esta la primera vez que me pregunto sobre las causas y circunstancias que, en estos últimos años de mi vida, me han convertido en casi obligada referencia, por parte portuguesa, siempre que sale a la luz la vieja cuestión del iberismo. Pero ésta será, en efecto, la primera vez que intentaré encontrar una respuesta que, al tiempo que satisface mi propia ilustración de los hechos, pueda servir para delimitar, con suficiente claridad, la reducida área en que, tal vez, se está aplicando, directa o indirectamente, en estas materias especificas, la noción del escritor que soy. Quiero prevenir, al hacer estas salvedades, que cualquier identificación que se haga de mi trabajo literario o de mi intervención cívica y política con un cuerpo de doctrina, plan de acción o una estrategia que apunten al resurgimiento o a la reactivación de la cuestión ibérica tendrá que plegarse, o al menos no ignorar, los argumentos y precisiones aquí expresados.
Como cualquier otro portugués antiguo y moderno, fui instruido en la firme convicción de que mi enemigo natural es, y siempre habría de serlo, España. No atribuíamos demasiada importancia al hecho de que nos hubiesen invadido y saqueado los franceses, o que los ingleses nuestros aliados nos hubieran explotado, humillado o gobernado: esos no eran más que episodios históricos comentes que teníamos que aceptar de acuerdo con las reglas de un relativismo práctico, ese que precisamente nos enseña a relativizar, esto es, a tener paciencia. Absoluto, lo que se dice absoluto, desde nuestro punto de vista de portugueses, sólo el rencor al castellano, sentimiento llamado patriótico en que fuimos infatigables en el transcurso de los siglos, lo que, quién sabe, nos habrá ayudado por el rechazo y por la contradicción, a formar, robustecer y consolidar nuestra propia identidad nacional. No afirmo que las cosas hayan pasado así, es solamente una idea que se me ha ocurrido al socaire de la escritura. Como tampoco afirmo que sea verdad que a todo esto España se haya limitado a responder con absoluta, no relativa, indiferencia, o incluso con algún menosprecio, por añadidura. El alma de los pueblos, si es que soy yo mismo capaz de entender lo que eso quiere decir, no es seguramente menos compleja que aquella que el simple individuo lleva consigo en su única y simple vida.Este sistema organizado de malquerencias y desconfianzas, cuántas veces paralizador, no me impidió, como tampoco impidió a otros portugueses, interesarme muy de cerca por la cultura española, en especial la literatura y la pintura. En distinto plano, también alenté siempre la curiosidad por saber qué pensaban los españoles de sí mismos (y unos de otros) a lo largo de los tiempos y, poco a poco, puede salir de una visión histórica generalizada para llegar a la apreciación dinámica de las diferencias; creo que he empezado a comprender mejor a España conforme iba reconociendo e identificando, en la plenitud de su expresión, las diversidades nacionales que veía emerger de la unidad estatal, lo que resultó, por último, supongo que por un proceso no completamente consciente, una forma de apagamiento subversor de la imagen de España adquirida por vía pasiva a favor del surgimiento irresistible de una constelación socio-histórico-cultural pluriforme, literalmente fascinante. Claro que nada de lo que estoy escribiendo es nuevo: como yo, lo han experimentado todos aquellos que se han acercado a España despojados de ideas preconcebidas, o suficientemente vigilantes como para esquivar los daños que éstas suelen causar a los incautos. Pero, efectivamente, algo vino a modificar mi relación, primero con España, después con la Península Ibérica en su conjunto (lo que equivale a decir que yo empezaba a lanzar sobre mi propío país una mirada diferente): la evidencia de la posibilidad de una nueva relación que sobrepusiera al diálogo entre Estados, formal y estratégicamente condicionado, un encuentro continuo entre todas las nacionalidades de la Península, basado en la búsqueda de la armonización de los intereses, en el fenómeno de los intercambios culturales, en fin, en la intensificación del conocimiento.No soy tan ingenuo como parece, y en este caso menos que en cualquier otro. Esta concepción abierta de los hechos peninsulares tenía que chocar inevitablemente, y sobre todo por parte de España, con una indignada y muy patriótica resistencia, pues se objetaría que en el «caldo» ibérico así preconizado, se habría de disolver la, desde siempre trabajosa, unidad de los Estados, peligro del que, como sabemos y sin temor alguno a la paradoja, acabamos de ponernos a salvo, portugueses y españoles, gracias a la integración en la Comunidad Económica Europea, escrupulosa a más no poder en lo que se refiere a salvaguardar las identidades nacionales y otros soberanos pruritos de sus miembros... Cuando, por fin, había encontrado ya mi Península Ibérica, en ese momento, la perdía. Intenté mirar más allá de la frontera y comprender lo que hasta los Pirineos se extendía, y cuando apenas me había empezado a acostumbrar al deslumbramiento de esa nueva visión, acudían los políticos que gobiernan en mi país (otros que también me gobiernan no están aquí), acudían, repito, a enseñarme que tales visiones eran anacrónicamente cortas, que si yo quería ser un hombre de mi tiempo tenía que pasar a jurar por Europa, aun no sabiendo exactamente, ni yo ni ellos, qué Europa es ésa que tan bien parece querernos. En resumen: ser ibérico equivalía, o equivale, a rozar peligrosamente la traición, ser europeo representa el toque final de la perfección y la vía ancha para la felicidad eterna.Ahora bien, coincidiendo más o menos con estas desventuras espirituales, y probablemente también por efecto reflejo de la decepción sufrida al querer llegar a un entendimiento más sensible del pequeño y desde ahora frustrado universo ibérico, volví los melancólicos ojos hacia América Latina donde, a pesar de la cúpula magnífica de la lengua del imperio económico, se sigue hablando y escribiendo en portugués y en castellano. No se trata, claro está, de un descubrimiento repentino, de un hallazgo, de un encuentro de civilizaciones; los escritores de allá, tanto prosistas como poetas, no me eran desconocidos y sabía lo bastante de la historia de aquella inmensa parte del mundo como para no desmerecer en una conversación entre amigos o en un debate público a modesto nivel en cuanto a geografía, debido a mi insaciable curiosidad cartográfica, soy capaz de poner un dedo exacto, sin dudar, en cualquier país que, como test de conocimientos básicos, se me proponga. La diferencia de esta nueva mirada era que una especie de conmoción, un presentimiento, un alborozo incontenible del espíritu me estaban insinuando que la propia Península Ibérica no podrá ser hoy plenamente entendida fuera de su relación histórica y cultural con los pueblos de ultramar y que, de seguir la actual tendencia a la relajación de las capas profundas que nos siguen vinculando a ellos (no confundir con aproximaciones políticas y económicas subordinadas, casi siempre, a intereses de terceros), nosotros, los peninsulares, acabaremos en la incómoda situación de quien, habiéndose sentado en dos sillas no sabe cuál de ellas le ofrece más seguridad, siendo cierto, por otro lado, e insistiendo en la metáfora, que el problema de la identidad de quien así se sentó, no saca provecho de la inestabilidad subsiguiente, al precario estatuto, adoptado del que no supo escapar, cuando todavía estaba a tiempo. Quiero decir, en fin, que esta Península, que tanta dificultad tendrá en ser europea, corre el riesgo de perder, en América Latina, no el mero espejo donde podrían reflejarse algunos de sus rasgos, sino el rostro plural y propio para cuya formación los pueblos ibéricos llevaron cuanto entonces poseían espiritualmente bueno y malo y que es, ese rostro, así lo creo, la mayor justificación de su lugar en el mundo. Admitiría que América Latina quisiera olvidarse de nosotros, sin embargo, si se me permite profetizar, preveo que no iremos muy lejos en la vida si escogemos caminos y soluciones que nos lleven a olvidarnos de ella.Aunque sin concluir, debo terminar. Escribiré sólo las dos palabras que tengo fijas en el espíritu y que condensan este manojo de ideas desglosadas en concepto: trans-iberismo. Sospecho que hay en ellas la promesa de algo más que un enunciado no carente de sentido lógico. Dicho esto, yendo más allá de la pregunta inicial y proponiendo una nueva, concluyo finalmente: ¿El iberismo está muerto? Sí. ¿Podremos vivir sin un iberismo? No lo creo. Reconozcamos que no iríamos muy lejos por el camino que nos deberá conducir a una amplia y más productiva comprensión de las cuestiones del iberismo, tanto en su expresión local y actual cuanto en sus futuras manifestaciones dentro y fuera de La península, si no empezásemos por conocer a fondo, de un modo crítico y objetivo, el solar literario ibérico. Nos perderíamos, como sucedió tantas veces en el pasado, en los embelecos de una retórica vacía y oficialista, que sería la responsable de los nuevos malentendidos que llegaran a sumarse y a agravar los antiguos. Gracias a los rigurosos y diversificados estudios e indagaciones de César Antonio Molina, reunidos en este libro, la cuestión ibérica, cualitativamente valorada, recobra ahora fuerza y actualidad. Sólo aquellos que todavía se mantienen asidos a prejuicios nacidos de un nacionalismo más defensivo que racional, más hecho de mesianismos que de objetividad, porfiarán en cerrar los ojos. Pero esos, si alguna vez los llegan a abrir, se hallarán, ese día, inmovilizados en la historia, solos.(*) Prólogo al libro Sobre el iberismo y otros escritos de literatura portuguesa,
de César Antonio Molina. Ediciones Akal. Madrid, 1990.

lunes, 9 de abril de 2012

¿Estamos más cerca de la Unión Ibérica ?¿ Estamos mais perto da União Ibérica ?

La pasada Semana Santa muchos turistas portugueses y españoles se habrán sorprendido de ver a policías españoles partrullando en Portugal y policías portugueses patrullando en ciudades españolas ¿Cómo es posible?

Los gobiernos de ambos países han decido iniciar un experimento consistente en intercambiar servicios con el objeto de atender a los turistas portugueses y españoles fuera de sus respectivos países durante las vacaciones de Semana Santa.El Cuerpo Nacional  de Policía patrulló por las calles de Lisboa  y Braga y sus colegas portugueses de la Polícia de Segurança Pública hicieron lo mismo  en ciudades costeras españolas como Benalmádena y Torremolinos.

¿Puede considerarse este hecho como un acercamiento hacia una posible Unión Ibérica ? ¿Veremos dentro de poco a  agentes de la GNR y Guardia Civil patrullando las carreteras fuera de sus paises ?

A passada Pascoa muitos turistas portugueses e espanhóis terão ficado surpresos ao ver policias espanhóis a patrulhar em Portugal e policias portugueses a fazer patrulha em cidades espanholas.
Cómo é possível?

Os governos de ambos países têm decidido iniciar um experimento consistente em trocar serviços com o objectivo de atender os turistas espanhóis e portugueses fora dos seus respectivos países durante as férias de Pascoa.O Corpo Nacional da Polícia patrulhou as ruas de Lisboa e Braga e os seus colegas portugueses da Polícia de Segurança Pública fez a mesma coisa em cidades espanholas costeras como Benalmadena e Torremolinos .

Pode considerar-se este facto como uma aproximação à possível União Ibérica? Vamos ver daqui a pouco agentes da GNR e  da Guardia Civil a patrulhar as estradas fora dos seus países?